La creación del Museo Etnográfico de Santa Marta fue posible
gracias a la iniciativa del Ayuntamiento y al esfuerzo, generosidad y
colaboración desinteresada de los santamartenses, que han ido donando y
cediendo piezas hasta formar el fondo museístico con el que hoy contamos.
Es un museo de recuerdos, adentrarse en el es escuchar el
tintineo del carrito de los helados en las calurosas tardes de verano,
contemplar a los carpinteros, aguadores y a la mujer que afanosamente prepara
la talega para su marido al anochecer mientras el ladrido de un perro resuena a
lo lejos como una letanía.
El edificio que alberga este fantástico museo consta de una
sola planta en la que se representan a través de seis áreas bien diferenciadas,
las costumbres y tradiciones de un
pueblo eminentemente agrícola, a través de los ambientes de vida y trabajo de
una sociedad rural.
Área I: “El olivo y la vid”
El papel de la mujer ha sido crucial en el mantenimiento de
las familias de Santa Marta, jugando un papel fundamental en las economías
domésticas. Conoceremos cómo vivían y trabajaban esas esforzadas mujeres que,
al igual que sus maridos, trabajaban de sol a sol. Además, nos adentraremos en
el mundo infantil recordando los juegos populares,las escuelas y los lugares de
recreo de aquellos niños que hoy son abuelos.
Área I: “El olivo y la vid”
Santa Marta se caracteriza por un rico pasado. Una historia
asentada en sus pilares agrícolas, principal motor de desarrollo, Viajar por la
historia económica de Santa Marta es detenernos en la época medieval, para ver
un pueblo sometido por los señoríos feudales. Conoceremos también la actividad
minera que, a principios del siglo XX, fue la seña de identidad de la
localidad.
Otra de las actividades principales de la economía de Santa
Marta es el cultivo del cereal. Conoceremos como se trabajaba antiguamente en
los campos: la siembra, la siega, el trillado y el aventado del grano, que se
llevaba a cabo en lugares como en el que se asienta el propio museo: la Era de
Sampelayo.
Un repaso por las festividades más importantes de Santa
Marta: su Virgen, San Isidro y sus romerías… Conoceremos tradiciones como la de
los quintos, la matanza, el carnaval, sin olvidarnos de la variada y suculenta
gastronomía de la disfrutan los santamartenses.
El trabajo en Santa Marta comenzaba temprano y pronto. Las
calles se convertían en un devenir de gentes que realizaban sus tareas
cotidianas. Las barberías, los estancos, las herrerías...son lugares que aún
hoy permanecen vivos en la memoria.
Área V: “Momentos del día”
Los momentos que con más cariño recuerdan los santamartenses
son aquellos en los que se dedicaban a sí mismos: el baile de los fines de
semana, el cine, pasear cogidos de la mano por la antigua carretera de
Almendralejo o degustar un rico helado en las tardes estivales. Y es que los
santamartenses siempre han sabido divertirse.
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